viernes, 11 de junio de 2010

Ensayo Cosmovisión

La Cosmovisión y el Diseño en Anawak, concebidos como una manera de interpretar al mundo empleando el término diseño en su acepción contemporánea, proveniente del vocablo italiano disegno dibujo, signare lo por venir, que representa el futuro, lo hecho es la obra, lo por hacer es el proyecto y el acto de diseñar es el proceso de solución de una necesidad de comunicación.

El acto de diseñar cuando se realiza de forma intuitiva manifiesta creatividad al inspirar la creación o innovación; pero cuando se realiza de forma consciente implica abstracción, síntesis y orden.
El proceso de creación y desarrollo produce objetos o medios de comunicación que cumplen con necesidades humanas de transmisión de información. Cuando el diseño se aprecia como sustantivo, hace alusión a un plan o a un resultado del proceso de diseñar, que implica argumentos estéticos y funcionales que involucran etapas de análisis, investigación y adecuaciones para obtener un resultado favorable en el producto final.

El diseño integra una forma de ver el mundo desde los aspectos sociales, científicos y artísticos plasmados en materiales, volúmenes, espacios, formas y colores, que interactúan con el medio ambiente y las personas.
El equivalente al término diseño contemporáneo, empleado en nawatl es el término neshtiyotl que proviene de las raíces neshtia que significa: descubrir, lucir, resplandecer, encontrar, mostrar, manifestar, crear; y la raíz yotl que significa: condición genérica. De la raíz neshtia se derivan conceptos destacados como neshtilia: rebelar y neshtilistli: creatividad; ambos conceptos reflejan como los conocimientos se aplicaban de manera versátil, integrando el macro y el microcosmos en la vida de los pobladores de Anawak.

La cosmovisión de Anawak sufrió una gran devastación con la conquista de los españoles en el siglo XVI, quienes con su modelo político y religioso desconfiguraron el conocimiento de Anawak, con fines de control e imposición de la fe católica, lo cual se aprecia en las fuentes históricas. Es interesante que las mismas manos que destruyeron las construcciones y soportes de comunicación, fueran las mismas manos que registraron en forma extraordinaria, en base a informantes, crónicas y descripciones rigurosas, los conocimientos más importantes de Anawak, que permiten reconstruir su cosmovisión de forma mas precisa.

Anawak en nawatl, proviene de las raíces: A: agua, nawak: rodeado de, que significa: “Rodeado de agua”. La civilización de Anawak comenzó hace 4 mil años, con la llegada de los olmecas a territorio mexicano, y llegó a su ocaso en 1697, cuando cayó Tayasal, la última capital de los mayas libres.
Anawak fue el nombre como se conocía el territorio denominado actualmente como Mesoamérica, término que proviene de la raíz griega Mesos “intermedio”.

Las tierras de Anawak se localizan entre los 9° y 27° de latitud norte. Abarcando actualmente los territorios del norte de México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua (Nik, hasta aquí, Anawak rodeado de agua) con el lago de Nicoya en el sur. Ubicadas entre el Mar Caribe al este, hasta el Océano Pacífico en el oeste.

En esta investigación se ha escrito la palabra Anawak, y no “Anáhuac”, citando los términos del nawatl, y no “náhuatl”, en ortografía fonética, ya que de esta forma se refleja de mejor forma el sonido de la lengua.

El poblamiento del continente americano, vino precedido de la sabiduría asiática, que en territorio americano se adaptó, teniendo como bloques culturales representativos del continente a Anawak en la parte norte y Tawantisuyu al sur.

La descripción sintética del Tawantisuyu, permite apreciar en un contexto general, el desarrollo del bloque cultural hermano del Anawak, evidenciando de forma gráfica las semejanzas entre ambos, para sentar las bases de correspondencia,

La civilización de Anawak comenzó hace 4 mil años, con la llegada de los Olmecas a territorio mexicano, pasando por las culturas zapotecas y mixtecas, mayas, huastecas y totonacas, purépechas, nawas.y chichimekas, llegando a su ocaso en 1697, cuando cayó Tayasal, la última capital de los mayas libres.

Durante este tiempo los anawacas desarrollaron una propuesta cultural a la que llamaron Toltecayotl o Toltequidad, un término que en el primer diccionario de la lengua nawatl se traduce como “el arte de vivir” (Molina, Vocabulario de la lengua, 1571).

La Toltequidad se componía de un conjunto de costumbres e instituciones:
1.- El cultivo del maíz, planta que por su importancia llegó a representar la vida y la conciencia.
2.- La creencia en la Serpiente Emplumada, título que los anawakas aplicaron al Ser Supremo, pues une los atributos de la materia (serpiente) y el espíritu (quetzal).
3.- Arquitectura monumental orientada hacia los astros, en la cual abundan las pirámides.
4.- Matemáticas vigesimales (basadas en múltiplos de 20), manejaban el concepto de 0, la estructura de la cifra y el orden por posiciones.
5.- Calendario extraordinariamente complejo y exacto.

El tiempo (Kawitl) y el espacio (Kau’tli) eran de suma importancia para los anawakas, quienes dedicaron exhaustivas observaciones e impresionantes descubrimientos. Concebían el tiempo como una eterna ciclicidad, pues creían que todas las cosas retornan. El calendario reflejaba esa creencia, al estar formado por un conjunto de ciclos que se contenían unos a otros, cuyas intersecciones componían las fechas. Midieron ciclos naturales y artificiales, ciclos tan enormes que en comparación, la edad del universo es un breve instante y otros tan pequeños como un salir del Sol, todos cuantificados con los números sagrados el 13 y el 20.

Este modelo se aplicó en las actividades diarias de sus habitantes, ejecutándose en la agricultura y la hidráulica, la economía y el comercio, el gobierno y los calpulis, la justicia y las leyes, la educación y la salud, así como en las artes y las ciencias, reflejando en ellas la unidad anawaka.

Los dioses y mitos fundadores de Anawak, muestran la creación del mundo, con conceptos semejantes en las culturas de Anawak como los cinco soles, Aztlan y las peregrinaciones.

Las creencias de Anawak partían de Senteotl y Ometeotl, el principio de polaridad: representado en las dualidades de Ketsalkoatl, la divinidad de Teskatlipoka. Infundiendo en el pensamiento de los anawakas la doctrina de la supervivencia, del merecimiento, de la guerra florida. Teniendo como punto medular el ciclo de la Serpiente Emplumada y los pasos divinos en la materialización de la realidad.

Parte también fundamental concernía en el cultivo del nawal, o reduplicado, siguiendo 7 siete doctrinas, para propiciar la evolución de la conciencia, con una doctrina social tolteca, que se representaba en el individuo por medio de los centros energéticos como vehículos de manifestación y propiciar la educción del nagual.

Los Fundamentos de la Toltekayotl consisten en la aplicación de una filosofía de vida evolucionista, que se llevó a cabo desde el nacimiento de Anawak, pasando por un periodo de resistencia de la Toltequidad durante la invasión europea que se mantuvo durante el siglo XX y está en espera del renacimiento de la Toltekayotl y proyección futura.

La cosmovisión plasmó en las lenguas y soportes de comunicación la ideología, teniendo como lenguas más representativas al maya y al nawatl.
Los soportes de comunicación se plasmaron desde el diseño urbano, la arquitectura, la pintura mural, frisos, vasos, sonido y música.
La escritura en Anawak tuvo un desarrollo interesante que se manifestó en la evolución de las escrituras en Anawak, teniendo como principal soporte a los códices. La literatura en Anawak tuvo como mayores expresiones los Wewetlatolli, Los libros teogónicos mexicas, los Nawalitoa y los conjuros naguales; así como la Poesía nawatl y los libros de Chilam Balam y los libros histórico-genealógicos.

El diseño gráfico se ha concebido como la idea de un proyecto a ejecutar a partir del uso de letras o signos convencionales para representar conceptos, en donde se dan: Resultados: La idea de un proyecto a ejecutar y la obra. Ejecución: Letras o signos convencionales. Función social: Representar conceptos. El diseño es traer a la realidad objetos pensados mediante la configuración proyectual con fines de uso en la representación, interpretación y control de productos culturales.

El diseño en Anawak, tiene base ideológica y astronómica, y se plasmó desde el macrocosmos hasta el microcosmos, desde la naturaleza, hasta el ser humano, representándose de manera simbólica para una comprensión de la población.


La concepción del espacio y del tiempo, propició la definición de la geografía sagrada, que se fundamentó en una proporción divina, representada por símbolos geométricos, asignando una estructura concebida en cielos e inframundos así como en rumbos cardinales.

Uno de los aspectos menos estudiados de la arqueoastronomía anawaka, es que, para orientar sus edificios, los prehispánicos tuvieron que dividir de alguna manera el espacio, no sólo en medidas lineales, sino también angulares. Las medidas angulares expresan la relación de la parte con la totalidad; por lo tanto, derivan de una concepción abstracta del espacio, que involucra ideas relativas a la forma de la Tierra y el movimiento de los astros.

La investigación más profusa sobre la división de la eclíptica mesoamericana fue llevada a cabo por Hugh Harleston en Teotihuacan, quien afirma haber encontrado un módulo de 378 grados en la esfera tolteca. Alejandro Jaen Rojas quien se basó en el esquema de la pirámide celeste, encontrando resonancias muy interesantes entre la cuadrícula formada por los trece planos celestes y la duración del año. Aparentemente, tal división corresponde a las trece constelaciones descritas en el Códice París.

Sin embargo, el investigador que acertó a interpretar la concepción anawaka del espacio, por lo menos en lo que respecta a la orientación de los edificios y ciudades, fue el francés Augusto Le Plongeon. A fines del siglo XIX, este excéntrico arqueólogo notó que, al poseer una notación matemática vigesimal, lo más probable es que los prehispánicos hubiesen empleado el número veinte y sus potencias para medir la eclíptica. Si investigamos lo que dicen las fuentes, veremos que esta intuición se confirma.

Llama la atención que los mexicas y otros pueblos de habla nawatl se refirieran a las estrellas con apodos formados a partir del número Centzontli, cuatrocientos; por ejemplo, Sentsonmimishcoa, los cuatrocientos de la vía láctea, Sentsonwitsnawa, los cuatrocientos del sur, Sentsontotochtin, los cuatrocientos conejos. Asimismo, en el mito quiché de la creación, las estrellas son llamadas “los cuatrocientos muchachos”. Generalmente, se ha interpretado ese número como sinónimo de “muchedumbre”, pero la siguiente cita sugiere que pudo haber tenido un sentido literal:

Madre de los dioses, padres de los dioses, tú que soplas tus centellas (estrellas) hacia los cuatro rumbos, por el ancho río negro de los cuatrocientos escalones. (Alarcón, Tratado de las Supersticiones II.VIII)

(Texto original: “Teteo yntâ nauhcampa tlemuchitl yca tlatlalpitzica, centzonmamatlatl yca tlacçatica, tlilatl yca tenpatlahuatica”)

En este caso, el término “cuatrocientos” no está referido a las estrellas, sino a la extensión del espacio. Algo importante es que dicho término se encuentra combinado con Mamatlatl, escalón, intervalo, que a su vez procede de la raíz Matlac, red. Esto corresponde a una visión donde los meridianos y paralelos se dividen en veinte porciones, formando una red de 400 agujeros. También es muy sugerente el nombre aplicado al cielo, pues se forma de Tentli, borde, franja, y Patlawatica, lo que se ensancha u ocupa un grosor determinado.

Resulta evidente que la división prehispánica del espacio siguió la pauta del reloj prehispánico, basado en los veinte signos del Tonalpohualli. Así, los sabios de Anawak habrían dividido la bóveda celeste en veinte secciones, y cada una de estas en veinte minutos, para un total de 400 grados en la circunferencia. Esto les proporcionó una retícula suficientemente fina como para ubicar las estrellas y para calcular la orientación de las ciudades.

La división vigesimal del espacio no solo es congruente con la cosmovisión de Anawak, sino que, además, encierra importantes propiedades matemáticas. La primera es que, si dividimos una esfera en veinte segmentos, los ángulos resultantes miden dieciocho de nuestros grados (20 GT). Ahora bien, los catetos del triángulo construido con este ángulo tienen una medida relativa de 1 a 3.14, lo cual es una excelente aproximación a la proporción Pi (la relación del diámetro con la esfera).

La segunda propiedad es que el ángulo de 18 grados construye el lado del pentaclo o el pentágono con respecto a la vertical, lo cual permite inscribir en la esfera la estrella de cinco puntas. Esta figura geométrica proporciona el método más sencillo para resolver la proporción Fi (la relación ideal entre la totalidad y sus partes), también llamada Sección Áurea, ya que el lado del pentágono es al del pentaclo como 1 a 1.618.

La división anawaka del espacio.
Como la multiplicación de Pi por Fi es cinco, la estrella de cinco puntas se convirtió en la figura geométrica esencial de los arquitectos-astrónomos anawakas, apareciendo en los más diversos monumentos y planos.
Por ejemplo, en Teotihuacan, esa es la relación que existe entre las pirámides del Sol y la Luna con respecto a la Calzada de los Muertos; en Monte Albán está recogida en la excéntrica orientación del Edificio J; en Chichén Itzá, es el ángulo que forma la pirámide de la Serpiente Emplumada con respecto al norte real; en la Piedra de los soles, los 18 grados y sus múltiplos aparecen por doquier: en el ángulo interno de las cuatro aspas que representan a los soles, en el triángulo que se encuentra sobre la cabeza de la imagen central, en la proporción que distribuye los signos de la veintena, etcétera.

Una sencilla disposición de elementos proporciono a los mesoamericanos un milagro tecnológico: la herramienta capaz de efectuar al mismo tiempo la medición científica y estética del espacio.

Plan pentagonal de la tumba de Pakal, la Pirámide del Sol y un templo de Tikal.


El ángulo de 18 grados en Teotihuacan, Monte Albán y Chichén Itzá.

Ángulos de 18 grados en la Piedra de los Soles, Monte Albán y Chichén Itzá.

La numeración, proporcionó la clave para una codificación adecuada con una escritura racional del número que facilitó el desarrollo del cálculo vigesimal

La aplicación de la arqueoastronomía se plasmó teniendo como base, al calendario, constituido por el año civil y el mecanismo de los cargadores, con ajustes astronómicos definidos por la ideología, manifestados en los mecanismos de Cuenta Corta y Cuenta Larga, asignando aspectos astrológicos del calendario que marcaban las actividades de la población que resultaron en profecías que incidían en el devenir de los pueblos.
La aplicación de principios de diseño en lo concerniente a la imagen y al color, propiciaron una comunicación simbólica que se manifestó con grandes representaciones científicas y artísticas.

“Anawak Nikkanash” traducido como: Anawak aquí y ahora, es un video documental que de manera breve y concreta mostrará una perspectiva a través del tiempo, exponiendo el origen de Anawak, su nacimiento, desarrollo, esplendor, caída y resurgimiento, para ejemplificar audiovisualmente la presencia de Anawak en la época contemporánea .

Los pueblos de Anawak no eran iletrados. Un cronista afirma que la escritura era un elemento esencial de su cultura:

"Ellos tenían escribas para cada rama de conocimiento. Algunos trabajaban con los anales, apuntando cuanto ocurría, otros estaban a cargo de las genealogías, registrando a los recién nacidos y borrando a los que morían. Algunos pintaban las fronteras, otros mantenían los libros de la ley. Los sacerdotes registraban lo que tenía que ver con sus doctrinas y los filósofos estaban encargados de las ciencias que habían descubierto” (Ixtlilxochitl, Historia Chichimeca).

Con esta investigación se pretende sentar las bases para un conocimiento integral sobre la Cosmovisión y los principios de Diseño en Anawak y ser una guía que todo diseñador mexicano y del mundo, pueda consultar los elementos de identidad ancestral de Anawak para aplicarlos en adecuada a su labor profesional y humana.

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